¿Puede acaso gloriarse el
hacha más que el que la maneja,
o jactarse la sierra contra quien la usa?
¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano, o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera! Isaías 10:15
o jactarse la sierra contra quien la usa?
¡Como si pudiera el bastón manejar a quien lo tiene en la mano, o la frágil vara pudiera levantar a quien pesa más que la madera! Isaías 10:15
Desde que el hermoso querubín Lucifer quizo ser como Dios y se envaneció su corazón, llenandose de soberbia y rebeldía, ha existido ese espiritu que desgraciadamente el pecado tambien le dió entrada a la humanidad volviéndonos tan susceptibles a que
nuestros logros y éxitos nos hagan olvidar que nada seríamos, ni tendríamos o
sabríamos sino es porque Dios ha intervenido moviendo su mano a nuestro favor para
hacernos útiles y producir resultados.
Nos es necesario volver a poner los pies en el suelo y saber que de Él proviene el conocimiento y la
inteligencia, es Él quien ha repartido diferentes clases de dones y talentos a
todos, para que podamos producir frutos, de Él recibimos nuestro cuerpo, la
fuerza y la salud que necesitamos para ejercer nuestras labores diarias, y que lastimosamente
solo valoramos cuando llega la enfermedad o los eventos fortuitos a los que
estamos expuestos. Como lee el verso al inicio, se nos olvida que es Su mano y Su poder quien hace que las cosas sucedan, por tanto la gloria y honra son para Él!
Al despertar cada día debemos preguntarle al
Señor, como me quieres usar hoy? Que vas a hacer conmigo?... recuerdo un
programa infantil que mi hijo no se perdía cuando era más pequeño, donde un
hombre tenía una alegre caja de herramientas que hablaban, muchas veces él
tenía un proyecto y algunos de ellos se ofrecían diciéndole “úsame a mí, escógeme
a mí” pero solo él sabía cuál era la herramienta ideal para cada situación. Así
es que por mucho que nosotros nos creamos indispensables o autosuficientes,
somos como esas herramientas y aunque el Señor que nos creó sabe de lo que
somos capaces porque Él nos hizo, sabe el potencial que cada uno tiene,
solamente nos usará en la forma y el momento perfecto para cumplir sus propósitos, pero a cada uno le llegará el tiempo, siempre se debe estar listo!
Lo importante es no perder la perspectiva, no
permitir que la soberbia ni la vanagloria nos invadan, sino en humildad
reconocer como hizo el gran Rey David, que todo es suyo, todo proviene de Él y
que en su mano está el llevarnos a construir los logros que todos deseamos,
para gloria de su nombre! Porque nunca se ha dicho que gran mueble construyó
este martillo, o que gran obra pintó este pincel, sino que la gloria es para
aquel que las usó a su parecer con la habilidad de sus creativas manos…
Hay poder y gozo cuando vivimos nuestros días en
esa actitud de adoración, de reconocimiento, dando gloria a Dios en todo lo que
hacemos. La atmosfera a nuestro derredor ciertamente será muy diferente, veremos
el fracaso, el rechazo o el éxito desde
un escalón más alto de madurez.
Tuyos son, Señor, la grandeza y el
poder, la gloria, la victoria y la majestad.
Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra.
Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo.
De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo.
En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
Tuyo es todo cuanto hay en el cielo y en la tierra.
Tuyo también es el reino, y tú estás por encima de todo.
De ti proceden la riqueza y el honor; tú lo gobiernas todo.
En tus manos están la fuerza y el poder, y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
Por eso, Dios nuestro, te damos gracias, y a
tu glorioso nombre tributamos alabanzas.
1 Crónicas 29:11-13
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