miércoles, 8 de mayo de 2013

EL PUENTE MAS LARGO


Me gusta investigar y aprender acerca de diferentes temas, casi siempre Dios también me enseña algo espiritual detrás de eso y hoy quiero compartir algo de eso: El puente más largo del mundo es el Danyang-Kunshan mide 164,800 metros de largo y está en la República de China; el más largo de los Estados Unidos se encuentra en el lago Pontchartrain, Louisiana. Se construyen puentes con diferentes fines ya sea para tránsito vehicular, ferrocarriles, peatones, etc… haciéndolo simple, un puente siempre se construye para tratar de unir dos puntos y entre más larga la distancia, más tiempo y dinero tomará su construcción.

Esto me hizo recordar una anécdota que leí en algún lugar acerca de dos hermanos que tuvieron una pelea, cada uno vivía a un lado de un río, uno de ellos tenía tanto enojo que no quería ni siquiera ver la casa de su hermano así que construyo un muro. El otro anhelaba volver a reconciliarse con su hermano y restaurar la relación, le dolía cada vez ver el muro que él había levantado. Así que una mañana decidió comenzar a construir un puente sobre el río y pasar al otro lado, al verlo su hermano se sorprendió, pero comprendió que debían perdonarse y restablecer su comunión familiar por lo cual entre los dos derribó el muro, pero conservaron el puente para ir y venir a sus casas cuando lo desearan.

La biblia nos dice en Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” pero me pregunto si somos pacificadores ó acaso el orgullo nos ayuda a levantar muros, aun con las personas que más amamos? Vemos en este versículo que Jesús dice que serán llamados o sea, otros lo dirán al ver que somos personas que buscamos la paz en nuestras relaciones con los demás. El mejor testimonio de un hijo de Dios es su diario vivir, no tanto sus palabras. Es inevitable tener desacuerdos con los demás, y sé que duele tener que pedir perdón más cuando creemos tener la razón, pero siempre vale la pena perder una batalla si eso nos dará mayor victoria. Muchas veces perdiendo ganamos aunque parezca humillante, Jesús dijo en Mateo 23:12 “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
Y tú, qué prefieres: levantar muros o construir puentes?  Puede ser que en este momento el orgullo o las heridas te hayan llevado a levantar muros con alguna persona y Dios lo está trayendo a tu memoria, toma una decisión, recuerda que entre más tiempo pasa las distancias se hacen más largas y construir un puente se volverá más costoso y complicado… Inténtalo, destruye ese muro de una vez, con determinación y arrepentimiento, y constrúye la paz sobre el fundamento sólido del perdón, sostenido sobre columnas de oración y avenidas de fe, serás doblemente bendecido y si acaso de momento la otra persona no quiera caminar sobre el puente en tu dirección, ya estará construido y será cuestión de tiempo que ella también quiera venir hacia ti. El nombre de Dios sea glorificado en nosotros cada día!

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