Me gusta investigar y aprender acerca de
diferentes temas, casi siempre Dios también me enseña algo espiritual detrás de
eso y hoy quiero compartir algo de eso: El puente más largo del mundo es el
Danyang-Kunshan mide 164,800 metros de largo y está en la República de China;
el más largo de los Estados Unidos se encuentra en el lago Pontchartrain, Louisiana. Se construyen
puentes con diferentes fines ya sea para tránsito vehicular, ferrocarriles,
peatones, etc… haciéndolo simple, un puente siempre se construye para tratar de
unir dos puntos y entre más larga la distancia, más tiempo y dinero tomará su construcción.
Esto me
hizo recordar una anécdota que leí en algún lugar acerca de dos hermanos que
tuvieron una pelea, cada uno vivía a un lado de un río, uno de ellos tenía
tanto enojo que no quería ni siquiera ver la casa de su hermano así que
construyo un muro. El otro anhelaba volver a reconciliarse con su hermano y
restaurar la relación, le dolía cada vez ver el muro que él había levantado.
Así que una mañana decidió comenzar a construir un puente sobre el río y pasar
al otro lado, al verlo su hermano se sorprendió, pero comprendió que debían
perdonarse y restablecer su comunión familiar por lo cual entre los dos derribó
el muro, pero conservaron el puente para ir y venir a sus casas cuando lo desearan.
La biblia nos dice en Mateo 5:9 “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán
llamados hijos de Dios” pero me pregunto si somos pacificadores ó acaso el orgullo nos ayuda a levantar muros, aun
con las personas que más amamos? Vemos en este versículo que Jesús dice que serán
llamados o sea, otros lo
dirán al ver que somos personas que buscamos la paz en nuestras relaciones con
los demás. El mejor testimonio de un hijo de Dios es su diario vivir, no tanto
sus palabras. Es inevitable tener desacuerdos con los demás, y sé que duele
tener que pedir perdón más cuando creemos tener la razón, pero siempre vale la
pena perder una batalla si eso nos dará mayor victoria. Muchas veces perdiendo
ganamos aunque parezca humillante, Jesús dijo en Mateo 23:12 “Porque el que se
enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”.
Y tú, qué prefieres: levantar muros o construir
puentes? Puede ser que en este momento
el orgullo o las heridas te hayan llevado a levantar muros con alguna persona y
Dios lo está trayendo a tu memoria, toma una decisión, recuerda que entre más
tiempo pasa las distancias se hacen más largas y construir un puente se volverá
más costoso y complicado… Inténtalo, destruye ese muro de una vez, con determinación y arrepentimiento, y constrúye la paz sobre el fundamento sólido del perdón, sostenido sobre columnas de oración y avenidas de fe, serás doblemente bendecido y si acaso de
momento la otra persona no quiera caminar sobre el puente en tu dirección, ya
estará construido y será cuestión de tiempo que ella también quiera venir hacia
ti. El nombre de Dios sea glorificado en nosotros cada día!
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