lunes, 29 de abril de 2013

EL TIEMPO VUELA!



Oh! Cuan bueno es nuestro Dios, hace poco celebré un año más de vida (o menos? ) de todas maneras, estoy feliz, satisfecha y agradecida con la vida que Dios me ha permitido vivir…  Pero aun así, pensaba que todos alguna vez hemos dicho: ¡que rápido que pasa el tiempo!...  Algunos quisieran que pase más lento  y otros, que se vaya rápido, eso depende de las circunstancias que estemos viviendo; Recuerdo una canción que escuchaban mis padres hace muuuchos años, que le pedía al reloj “no marques las horas”… y es que cuando vivimos momentos felices y especiales, o no queremos separarnos de alguien, no queremos que el tiempo pase. Contrario a aquellos que sufren penas y angustia, un tratamiento doloroso o esperan la llegada de un ser amado, quieren que el tiempo vuele rápido…  sin embargo la biblia nos habla en Efesios 5:16 que debemos “aprovechar bien el tiempo, porque los días son malos”.

Por ahí dicen que “el tiempo es oro”, pero el afán de esta vida hace que nos llenemos de muchos compromisos que nos roban el tiempo, y la mayor parte de ellos si los evaluamos sinceramente no son tan importantes: llamadas telefónicas que se extienden en pláticas triviales, horas frente al televisor o la computadora, horas de trabajo que podríamos acortar dedicándonos más a trabajar, noches con amigos en cosas que no edifican e inclusive compromisos sociales a los que algunas veces podríamos faltar… en fin, muchas situaciones que nos absorben el tiempo de lo verdaderamente importante y prioritario.  Lastimosamente es hasta que las crisis explotan, hasta que hay problemas de pareja o con los hijos, hasta que nos/les diagnostican una enfermedad es que de repente estamos tratando de solucionar y reparar nuestras malas decisiones en el uso de nuestro tiempo y a la fuerza vamos a tener que sacar tiempo para dedicarlo en esas circunstancias.
  
Qué pasaría si te llega un sobre indicándote la fecha en que vas a morir? O la fecha en que morirán tus padres, o tu cónyuge, o un hijo? Cómo cambiarían el resto de tus días? Me imagino al recibir una noticia asi, muchos quisieran retroceder el reloj y ganar tiempo para hacer todo lo que desearían haber hecho; pero como no sabemos el tiempo que nos queda por vivir, reflexionemos en cómo usamos nuestro tiempo y demos pasos firmes para cambiar, para reordenar y  dar prioridad a lo que sí vale la pena, primordialmente a Dios, a conversar más con él en oración, a leer su palabra y asistir a la iglesia, la biblia dice que Dios honra a los que le honran, Él te honrará. También al dar prioridad a tus seres amados, verás frutos de bendición marcando sus vidas y dejando recuerdos que perdurarán por generaciones… 

El tiempo es cada vez más corto, el mundo lo anuncia cada día, la tierra gime con dolores de parto, estamos a las puertas de eventos profeticos tremendos como la segunda venida de Cristo, pero tambien de una gran conmocion para toda la humanidad y todos, cristianos o no, en el fondo lo saben y lo sienten, asi que vete a jugar con tus hijos, a conversar con tu pareja, dale una llamadita a tus padres y esos amigos y personas especiales que no haz tenido tiempo de llamar... Especialmente cierra tus ojos por unos momentos y dile a Jesús cuanto lo amas... Aprovechemos bien el tiempo viviendo con corazones rendidos a Sus pies!



martes, 23 de abril de 2013

Viendo la vida desde otra perspectiva...

Hace unos días estaba compartiendo una enseñanza acerca del milagro de la resurrección de Lázaro, y Dios comenzó a hablar a la congregación acerca de que él desea resucitar muchas cosas que ya las damos por enterradas (otro día les comparto acerca de eso mas ampliamente), pero hablaba de esperanza, de creer que Jesús puede salvar lo que parece insalvable, de dones y de sueños que los hemos dado por perdidos o los hemos simplemente tirado al cesto de basura.
Antes de predicar esto Dios primero habló a mi propia vida y es por eso que, entre otras cosas, he decidido volver a escribir, algo que me apasiona hacer es compartir la palabra de Dios, tambien lo es escribir, y si lo que me gusta escribir puede edificarnos mutuamente, entonces lo seguiré haciendo, para su honra y gloria. No quiero nada de palabras rebuscadas, ni léxico teológico(?) sino aquellas palabras que siento que su Espiritu me susurra al corazón al ir escribiendo.
Me preguntaba hoy, cómo cambiarían nuestras vidas si tomaramos un momento para encerrarnos en silencio y venir como lo hizo aquella mujer en Lucas 7:37-38, llorando al besar los pies de Jesús, en una actitud de arrepentimiento y de adoración, si vinieramos a diario en genuino reconocimiento de nuestros errores y nuestras fallas, de las palabras que oops! dijimos, o las acciones que hicimos o dejamos de hacer, pero con todo el corazon derramado ante él con sinceridad, sin máscaras ni religiosidad, sino con amor, con humildad, con corazones arrepentidos... oh! cómo serían nuestros días de diferentes!
El solo hecho de ponerme en una posicion de estar postrada en el suelo y ver hacia arriba e imaginarme que estoy a los pies de Jesús, ya me hace sentir su grandeza y mi pequeñéz, su poder y mi impotencia, su amor incondicional y su gracia inmerecida sobre mi, pero tambien su protección y su cuidado ante mi debilidad.
Es bueno ver las cosas desde arriba como lo hacen las águilas, que ven su objetivo desde muy lejos, se tiene una perspectiva amplia de las cosas... sin embargo, no se tú que opinas, pero yo siento que debo comenzar mi día viendo desde las alturas, pero definitivamente tengo que terminarlo postrada como esa mujer: besando Sus pies y ungiendolos con el perfume de mi adoración... Inténtalo y verás.

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